Hay una “lacra” que nos viene persiguiendo desde los comienzos de nuestro deporte de forma organizada. Todos los clubs la conocen, porque la viven en sus propias carnes, sobre todo aquellos que organizan campeonatos sea cual sea la índole de los mismos. Me refiero a la falta de compromiso de muchos de nuestros socios que tarde o temprano como es lógico acaban abandonando nuestros clubs, o somos nosotros mismos los que tenemos que echarlos.
Todos sabéis de lo complejo que es celebrar una simple jornada de liga, poner una hora concreta, cuadrar un día concreto, etc. Por suerte la mayoría de nuestros socios, lo tienen asimilado con el paso de los años, y se les da muchas opciones para que puedan disputar sus partidos, se pueden adelantar, se atrasan (en algunas sedes), se juegan minutos antes de la siguiente jornada, y así infinidad de opciones para contentar a todo el mundo. Pero a pesar de todas estas facilidades, hay gente que sigue fallando, sigue faltando sin ni siquiera avisar, perdiendo de esta manera el respeto por todos sus compañeros y adulterando y retrasando la competición de manera irremediable.
Muchos os preguntaréis el motivo de este artículo, y el porqué ahora. Es muy sencillo, La Solana se ha caracterizado siempre por su planificación en cuanto a la organización de competiciones y desde un inicio en la Liga, por no permitir que ningún partido se jugase después de la jornada estipulada (pudiéndose adelantar esos partidos siempre) salvo enfermedad o causa de fuerza mayor. Hasta este año habíamos tenido algún problemilla con algún socio, pero normalmente el cumplimiento era mayoritario. Pues a pesar de ser organizados por lo que se ve esto no basta, ya que aunque seas previsor te puede salir el tiro por la culata como nos ha sucedido a nosotrso este año. Hemos alcanzado nuestro record histórico de socios con 37 en categoría absoluta y 29 en categoría infantil ( De este tema hablaremos en otro momento). Nos vimos obligados a crear una tercera división, y seguíamos teniendo las ganas de seguir creciendo intactas, pero la realidad nos ha dado un palo muy gordo…
Como ya comenté el otro día, hemos perdido en primera división a 3 jugadores, todos ellos por acumulación de incomparecencias. Nuestra directiva en su día tuvo que tomar medidas al respecto sancionando más a los jugadores que reiteradamente faltaban a sus compromisos ligueros, ya que el año pasado una falta de este tipo alteró la competición en la última jornada descendiendo a un jugador que teóricamente no debía haber descendido. Estos jugadores al ser sancionados, en lugar de entonar el “mea culpa” se han sentido ofendidos por ser sancionados en lugar de reconocer su falta de respeto hacia sus compañeros. Pero no todo queda ahí, en segunda y tercera división hemos tenido cuatro y cinco bajas respectivamente, la mayoría gente nueva, o gente que ya tenían antecedentes al respecto, lo cual ha dejado la competición bastante mermada. No todas las bajas han sido por incomparecencias o decisiones disciplinarias, pero lo cierto es que nunca te lo esperas. Por ello este año hemos realizado varias reuniones de urgencia dentro de nuestro club para reestructurarlo completamente de cara al próximo año. Por desgracia este problema no solo lo tenemos nosotros, muchos clubs tienen estos mismos problemas e incluso peores, ya que las incomparecencias o el retraso de partidos ha hecho que algunos clubs hayan tenido que terminar sus ligas en alguna ocasión fuera de plazo. Y aquí os digo una cosa, la culpa no es de los que dirigen es de quién no cumple con los compromisos adquiridos.
Todos conocéis de primera mano este problema, porque también lo vivís en vuestras carnes, sobre todo los que tomáis las decisiones, yo he aprendido de mi error, NO SE DEBE CRECER POR CRECER, HAY QUE PRIMAR AL QUE CUMPLE ¿Que hacer ante esta “lacra”?, muy sencillo, ser inflexible al respecto, QUIEN QUIERA JUGAR BIENVENIDO SEA Y QUE ACEPTE EL COMPROMISO Y EL QUE NO, AHÍ ESTÁ LA PUERTA…
He dicho…
A mi personalmente ME GUSTA vuesta normativa solanera que sanciona al jugador que falta sin avisar con los puntos que ha regalado.
La verdad que es una pena con lo que cuesta traer un socio (para mi lo mas difícil) y crecer cada año y lo fácil que es perderlo, pero muchas veces como bien apuntas Jesús es lo mejor, ya que las personas que no cumplen con los compromisos de asistencia y tienes que andar detrás suya para que vengan a jugar, al final lo que hacen es desvirtuar la competición y perjudicar al que no falla a ninguna jornada, es una pena este problema, pero mi opinión es que hasta que no seamos un deporte de «masas» y te venga la gente en mayor número, tenemos que intentar aguantar hasta el último momento al socio que tanto nos ha costado conseguir.
Parte de razón tienes Sergio. Pero el estar aguantando a personas que no cumplen, lo único que conlleva con el tiempo es que los que si cumplen se cabreen, e incluso lleguen a abandonar el club porque no se toman medidas.
Cuanta razòn llevais, aquí en Valencia siempre vamos yo, Juan y los que se equivocan y vienen.