Alvaro Cuevas (Alcalá) – Mi historia en el fútbolchapas comienza en Septiembre de 2005, y no son pocos los partidos que recuerdo con cariño, unos me han dado la ‘gloria’ y otros me han enseñado a jugar mejor, aunque siga siendo un paquete J
Voy a enumerar algunos de los partidos que, así a vote pronto, tengo un mejor recuerdo:
– El primero y uno de los que mayor nostalgia me da es, como no podría ser de otra manera, mi primer partido en este mundillo, contra Alfonso Rubio. El marcador fue 3-2 a su favor, pero eso no fue lo importante. Lo realmente importante fue la adicción que ese partido me creó al fútbolchapas.
– Otro partido muy importante para mí, fue el que jugué en la última jornada de la temporada que logré subir a 1ª, fue contra Iván (no recuerdo bien su apellido, pero lo que sé es que era amigo de Jorge Callado), nos jugábamos los 2 subir a 1ª, lo comencé ganando 3-0 y terminó con un empate a 3. Finalmente y para nuestra satisfacción terminamos subiendo los dos.
– Mis partidos del Torneo de la Amistad también los recuerdo con alegría, aunque no hemos tenido resultados muy halagüeños, los hemos vivido con mucha intensidad. Mi pareja no podía ser otra que Fran Puebla, o Don Pelayo para los amigos y con su permiso.
– Un partido que me ha enseñado a no bajar la guardia, fue el del año pasado en la Copa de Madrid, contra Fran Gaspar. Iba ganando 3-0 a falta de 5 minutos, y en el último tiro me clavó el 4-3. De esos partidos son de los que se aprende.
– Y por último tengo el recuerdo de un partido que aún no me lo creo ni yo, hice el partido perfecto, metí goles hasta con el portero, defendí fenomenal (inusual en mi) y logré ganar a uno de los mejores jugadores en esto del fútbolchapas Iván Pérez, el resultado lo tengo que decir aunque no quede muy bien decirlo 6-1. Perdona Iván, pero ese día fue mi ‘Nirvana futbolchapístico’.
Grande Alvaro, irregular en el campo tanto que ese dia ya veia una victoria clara y el tio me dio otra leccion de chapas no sabia por donde salia el tio y si fueron 6 golazos encima… no queda otra q aplaudirlo, un abrazo Alvaro.