El pasado sábado, 13 de enero, Barcelona se convirtió en el epicentro de la emoción y la destreza con la celebración del II Open de Cataluña de Fútbol Chapas. Con cerca de 70 participantes, este torneo atrajo a jugadores de diversas regiones de España, convirtiéndose en un rotundo éxito gracias al esfuerzo conjunto de los clubes de Castellón, Barcelona y Sant Feliu de Guíxolls, con el apoyo logístico y organizativo de la Federación Española de Fútbol Chapas.

El campeonato tuvo un desenlace emocionante que dejó a los aficionados con el corazón en un puño. Ángel Ruiz Rodríguez, del club de Mérida, se erigió como el campeón indiscutible al superar en la final a Migue Fernández de Getafe. El encuentro fue una batalla reñida que se decidió por mínimos detalles, demostrando la habilidad y determinación de ambos contendientes. Ángel consiguió con este su segundo open consecutivo tras la victoria lograda en Portugal hace alrededor de un mes.

Migue Fernández, como subcampeón, no dejó de luchar en ningún momento, mostrando un juego sólido y emocionante. Su actuación en la final fue digna de elogio, y su trayectoria hasta la última etapa del torneo fue una hazaña destacada. El jugador de Getafe fue, indudablemente, uno de los jugadores que mejor se adaptó a unas condiciones de competición desconocidas para la inmensa mayoría de participantes. En su camino a la final, Migue eliminó entre otros a Javi Hernández, vigente subcampeón de España.

En las semifinales, Christopher Ramírez, del club gaditano de Campamento, y Rayco García, del club tinerfeño de La Laguna, ofrecieron duelos intensos que mantuvieron a la audiencia en vilo. Los cuatro semifinalistas demostraron una calidad de juego excepcional, elevando la competición a nuevos niveles de emoción.

El evento no solo destacó por la competición en sí, sino también por la diversidad y la representación nacional. Jugadores de Andalucía, Extremadura, la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Canarias, Cataluña y Aragón se unieron en un espíritu de camaradería y competencia amistosa. La llegada de participantes de diversas regiones aportó un matiz especial al torneo, consolidándolo como un punto de encuentro para los apasionados del fútbol chapas a nivel nacional.

Este II Open de Cataluña no solo fue un éxito deportivo, sino también un testimonio del esfuerzo colaborativo entre los clubes y la Federación Española de Fútbol Chapas. Barcelona resonó con la emoción del juego, creando recuerdos inolvidables para los jugadores y espectadores por igual.

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